Muchas lágrimas y emociones a flor de piel esta tarde en la pista central de IFEMA Madrid Horse Week. Después de que terminara el Gran Premio Copa del Mundo, donde Beatriz Ferrer-Salat tuvo una excelente actuación, y tras un par de exhibiciones de Doma paraecuestre a cargo de Alejandro Espejo y de Volteo, la amazona barcelonesa realizó por última vez la Kür Gran Premio de “Delgado”, su compañero durante muchísimos años.

Lo primero, es un gran amigo y compañero de aventuras. Hemos vivido muchas situaciones juntos, y tenemos una gran conexión espiritual, comentaba a Ecuestre Ferrer-Salat unos días antes del homenaje previsto. Del calentamiento iba a depender si realizaba una Kür, y el Westfaliano se mostró a punto para un último baile.

Con las gradas todavía llenas, fue una prueba tremendamente emotiva, con la amazona terminando con alguna lágrima que ya había asomado mucho antes en Paloma Parga o en Frank Lamontagne, amigo de Ferrer-Salat y uno de los artífices de que el hijo de “De Niro” llegara a sus manos, cuando tenía seis años. Desde entonces, pese a haber sufrido problemas físicos porque fue delicado de salud en sus inicios, con la paciencia y la confianza de la amazona, que siempre confió en él, y su fuerza de voluntad, se repuso para terminar logrando varios campeonatos de España, un ‘top ten’ olímpico, estar en la Kür Final de unos Juegos Ecuestres Mundiales (que no se disputó) o un bronce europeo.

Retirado de las pistas hace más de dos años, en la pista madrileña se le rindió este merecido homenaje de despedida, para decir adiós por todo lo alto a este gran campeón de nuestra Doma con esta última Kür, el aplauso del público y un ramo de flores entregado por Daniel Entrecanales, presidente de IFEMA Madrid Horse Week.

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