El broche final a la sesión nocturna del sábado lo ponía Santi Serra, un hombre que ama a sus caballos y descubrió que con su voz era capaz de domarlos y conseguir hacer magia con los equinos en libertad.
Santi Serra hizo que el público cayese rendido a sus pies, acompañado de su grupo de frisones Napoleón, Maximiliano, Claudio y César y sus caballos árabes Nika de Sercam, Loretta de Sercam y Aquir Ramira. El espectáculo del jinete de doma al natural también contaba con dos caniches gigante, Popy y Beverly; dos Border Collie, Roda y Banchs, y un par de impresionantes halcones Fatima y Horus.
Este variopinto grupo fue el encargado de hacer que las gradas rebosasen de gente que se emocionó con su actuación.